
Es una terapia BIORREGULADORA, de aplicación rápida, ambulatoria, de bajo coste, y en pocas sesiones de tratamiento se puede conseguir resultados a través de la interrupción de los circuitos nerviosos irritados y la reorganización del sistema nervioso autónomo.
Como se consigue esta ACCIÓN REGULADORA:
Aplicando un anestésico local en bajas concentraciones (0.5%-1%), en puntos específicos del sistema nervioso, se consigue la regulación del sistema nervioso simpático y/o parasimpáticos alterados.
Los puntos donde inyectamos el anestésico local, son específicos para cada paciente, y dependen de su HISTORIA DE VIDA.
El propósito terapéutico es básicamente regulador, no buscamos el efecto farmacológico (la anestesia de una zona), sino su acción reguladora sobre el SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO mediante la eliminación de las irritaciones del sistema nervioso y su influencia sobre otros sistemas, debido a nuestra configuración en redes de sistemas interconectados (ejemplo: sistema nervioso-sistema digestivo, etc)
La PROCAINA es el anestésico local comúnmente usado por su baja toxicidad, efecto antioxidante, simpaticolitico, relajante de la fibra muscular, vasodilatador, analgésico, antirreumatico, broncoespasmolitico, aumenta la perfusión coronaria mejora el riego a los tejidos, antitrombotico, modulador de la inflamación, mejora los estados de hipoperfusión e isquemia y tiene acción antimicrobiana.
Con la Terapia Neural podemos tratar campos interferentes (Zonas de nuestro cuerpo que distorcionan tejidos próximos o a distancia), entre los focos interferentes más importantes se encuentran las cicatrices quirurgicas, implantes (dientes articulares etc) los focos infecciosos de repetición, los tejidos con inflamación crónica, entre otros. Por lo tanto cualquier persona que tenga alguno de estos focos interferentes debería tratarselo sin demora.